| Los Chiles, frontera norte
Policía de Fronteras evita que 17 caballos con garrapatas y desnutridos fueran consumidos por costarricenses
· Animales estaban llenos de úlceras, plagados de garrapatas y desnutridos
· En lo que va del año la Policía de Fronteras ha descubierto 114 caballos procedentes de Nicaragua en el cantón de Los Chiles
Una vez más la Policía de Fronteras evitó que caballos traídos de manera ilegal desde Nicaragua fueran comercializados en territorio nacional para, presuntamente, destinarlos al consumo humano, con todos los riesgos que eso implica para la salud.
Se trata de un cargamento de 17 equinos que eran transportados en un camión, conducido por un hombre de apellido Hernández, el cual fue interceptado en la localidad de El Combate de Los Chiles.
El conductor iba acompañado por otro sujeto apellidado Góngora, quien dijo ser el dueño de los animales, pero al consultarle acerca de la documentación que lo autorizara para el transporte de los equinos, este mostró una serie de documentos con diversas inconsistencias.
Así, por ejemplo, las marcas que presentan los animales son diferentes a las de dichos documentos y presuntamente son marcas nicaragüenses.
Según indicó el director de la Policía de Fronteras, comisionado Allan Obando, los equinos estaban en deplorables condiciones de salud, pues presentaban ulceraciones en sus lomos y extremidades, además de garrapatas.
Así las cosas, los oficiales fronterizos coordinaron con el Servicio Nacional del Salud Animal (SENASA), cuyos personeros recomendaron decomisar los animales y dejarlos a disposición de dicha entidad.
En lo que va del presente año, la Policía de Fronteras ha decomisado 79 caballos, además de hallar abandonados a otros 35, para un total de 114 equinos procedentes de Nicaragua.
De acuerdo con lo informado por el comisionado Obando, el tráfico ilegal de caballos usualmente se da para ser destinado al consumo humano, poniendo así en riesgo la salud de personas.
Además, al ingresar al margen de todo control sanitario, los caballos nicaragüenses podrían ser portadores de diversas enfermedades contagiosas, lo que también pondría en riesgo la salud de los caballos nacionales.
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