| Estudio de CEPAL sobre inclusión financiera
Banca de Desarrollo es una política exitosa para el fortalecimiento de las pymes
Un reciente estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en varios países de la región reconoce que el Sistema de Banca para el Desarrollo implementado en Costa Rica es una política pública que ha promovido con éxito la inclusión financiera de las pequeña y medianas empresas.
Los resultados de este estudio de la CEPAL se presentaron hoy en nuestro país a funcionarios de los operadores financieros, organizaciones productivas, autoridades de gobierno y otros participantes del sistema, en el marco del seminario “Promoviendo la inclusión financiera a través de política de innovación de la Banca de Desarrollo”.
El estudio de la CEPAL analiza la experiencia sobre la inclusión financiera mediante iniciativas de banca de desarrollo, por medio de casos y de manera comparativa en distintas naciones del continente. Se focaliza en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú.
“El SBD realiza este foro para propiciar el intercambio de conocimientos sobre la inclusión financiera y poner en perspectiva la situación de los sistemas de banca para el desarrollo en Latinoamérica. Asimismo, para mostrar los resultados positivos y los desafíos existentes en el país, que permitan brindar un mayor acceso a la población excluida de los recursos financieros”, comentó Geannina Dinarte, vicepresidenta del SBD y ministra de Economía.
Caso de Costa Rica
CEPAL analiza cómo Costa Rica ha enfrentado la inclusión financiera de la pequeña y mediana empresa (pyme), detalla características del SBD y del sistema financiero en general.
Apunta que Costa Rica se caracteriza por tener una estructura financiera de libre competencia entre la banca comercial (pública y privada), que permite al Estado promover políticas de inclusión financiera.
En este contexto, el SBD incursiona con un esquema de financiamiento que promueve la inclusión financiera de las pymes y emprendedores, bajo una política pública que identifica sectores marginados del modelo de desarrollo del país que requieren un apoyo focalizado. Para ello, cuenta con instrumentos institucionales y financieros.
Uno de los principales instrumentos institucionales es el avance en la regulación prudencial diferenciada, que amplía los mecanismos para cumplir con los requisitos de garantías y prendas; no implica reducción de exigencias, sino que crea un mecanismo de seguimiento y de políticas de riesgo acordes a las pymes y el tipo de proyectos.
Entre los instrumentos financieros, se reconoce que el SBD cuenta con un fondo de avales y garantías que apoya créditos generados con recursos del sistema, así como otros créditos a pymes otorgados por el sistema bancario. Las tasas de interés del SBD están por debajo de las tasas de mercado, que disminuyen el costo financiero. La excepción es con el microcrédito en FINADE, que refleja un ajuste por el riesgo y la administración de este tipo de operaciones. Además, tiene otros instrumentos financieros como capital semilla, mecanismos de crédito, factoraje y leasing.
El SBD tiene la particularidad de que no constituye una entidad o entramado de estas, sino que es un sistema que integra a varias entidades especializadas de apoyo financiero y empresarial a las pymes y emprendedores. Bajo este esquema de operación, facilita las alianzas público- privadas, en favor de los beneficiarios del Sistema.
Recomendaciones del estudio
El estudio considera que desde la plataforma del SBD se pueden generar más mecanismos para que las pymes y emprendedores puedan acceder a líneas de crédito. Y, aunque la tasa de interés no es el principal problema para la inclusión financiera; el SBD ha demostrado que la inclusión implica avanzar hacia costos más bajos de los que ofrece el mercado.
Se destaca que el aporte, por ley, del 5
e las utilidades de los bancos públicos al Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (FOFIDE), es una iniciativa eficaz que logró hacer que algunos de estos bancos, que no tenían programas para pymes, los implementaran.
En este sentido, el estudio califica como positiva la cooperación voluntaria entre el SBD y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), para que el este banco abra ocho sucursales que canalicen recursos del SBD bajo las condiciones de sus programas y considera que este tipo de cooperación voluntaria debería ampliarse.
También, las evaluaciones sobre el funcionamiento del SBD destacan que el fondo de avales es uno de sus principales aportes, por lo que debe ampliarse su alcance y favorecer que su costo no sea una barrera para su expansión.
Otro avance importante es la Ley del SBD que da potestades al Consejo Rector de gestionar líneas de crédito con bancos multilaterales, bancos de desarrollo y cualquier organismo internacional. Una ventana de oportunidad para mayor fondeo del SBD y los bancos comerciales con programas de inclusión financiera.
El estudio recomienda que se fortalezcan los instrumentos como el capital semilla, capitales de inversión e incubación de empresas, que tienen gran potencial para ofrecer mayor inclusión financiera. En esta dirección, se destaca la estrategia de la Secretaría Técnica, la cual propone que en este proceso el SBD puede apoyar programas de capital semilla e incubación, pero debe contarse también con el apoyo de otras organizaciones que apuntalen a la capitalización de las empresas.
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