| La seguridad en los alrededores del volcán Turrialba es prioridad
CNE y CAT de Vulcanología hacen llamado para acatar las instrucciones de las autoridades destacadas en el sector y no sobrepasar los límites debidamente establecidos.
San José, martes 14 de febrero de 2017. La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) y el Comité Asesor Técnico en Vulcanología (CAT) insisten en que tanto la seguridad de las personas que visitan el sector del volcán Turrialba, como las restricciones de acceso actuales a la cima, deben mantenerse de manera permanente a partir de los 2 km, y cuando amerite a partir de los 5 km. Estos radios son mínimos y en caso de ser necesario, se podrían incluso extender y reforzar.
El CAT en Vulcanología está conformado por representantes oficiales del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI), la Red Sismológica Nacional (RSN: UCR-ICE), y CNE, quienes han manifestado de forma constante sobre el peligro real en las inmediaciones del cráter activo.
Las características actuales de la erupción volcánica, marcada por una salida casi permanente de gases, explosiones frecuentes y de energía variable, con salida de ceniza y bloques incandescentes que, aunque espectaculares, hacen de la zona altamente insegura para visitantes y turistas. Únicamente deben ingresar a las zonas bajo control, aquellas personas que tengan responsabilidades concretas en sus labores propias vinculadas a la vigilancia, seguimiento y análisis del riesgo volcánico, así como técnicos cuyas organizaciones operan en la cima, equipo vital para las comunicaciones y registro de datos, señaló el CAT.
Asimismo, la CNE y el Comité Municipal de Emergencia de Turrialba, recuerdan que los estudios de amenaza volcánica basados en la historia eruptiva del volcán, establecen un mapa de peligros volcánicos, y de manera clara y contundente delimitan un radio mínimo de 2 km alrededor de la cima, en los cuales es posible la caída de balística (rocas a alta temperatura y gran velocidad), así como caída frecuente de cenizas y la posibilidad de flujos piroclásticos por colapso de columnas de ceniza durante erupciones mayores, hacia las laderas externas del macizo, tal y como ocurrió el 19 de mayo del 2016, en un sector hasta 1 km desde la cima a La Central.
Se recuerda nuevamente que el volcán Turrialba puede continuar su actividad moderada tal y como lo hemos observado, pero que también existe un escenario de mayores erupciones. Los cambios de actividad pueden ser repentinos, sin previo aviso, dada la condición actual del macizo. La CNE y los entes oficiales técnicos-científicos se mantienen en vigilancia y monitoreo constante, el cual es comunicado a toda la población.
Es importante destacar que durante la actividad del volcán Irazú, no existían los controles y medidas que actualmente se tienen en el Turrialba, y por ello el domingo 12 de abril de 1964, hubo afectación y pérdida de vidas humanas (unas 50 personas resultaron heridas y 2 fallecieron), justamente por acercarse al cráter, y adquirir una confianza engañosa de la actividad. Ya previamente, dos personas más habían sido alcanzadas por proyectiles incandescentes, ocasionándoles daños serios (quemaduras y quebraduras) permanentes.
Por lo que hacemos un llamado a todas las personas, que visitan las faldas del volcán Turrialba, a acatar las instrucciones de las autoridades destacadas en el sector, no sobrepasar los límites debidamente establecidos. Recalcamos: en el cantón de Turrialba y alrededores existen muchos lugares que pueden ser visitados y disfrutados de forma segura, desde donde se puede observar con relativa seguridad al volcán.
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