| Antes del regreso a clases:
CCSS pide a los padres de familia mantener al día vacunación de sus hijos
• Dosis de refuerzo deben aplicarse a los 7 años para proteger contra Sarampión, Rubéola y Paperas y a los 10 años, contra la Difteria y Tétano.
• La convivencia en la escuela con otros niños y adultos expone a los niños a diferentes enfermedades.
Un llamado a los padres de familia para que verifiquen y mantengan al día el esquema de vacunación en la población infantil, hicieron especialistas en epidemiología de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), como una de las medidas de protección más efectivas contra distintas enfermedades inmunoprevenibles, que puedan atentar contra la salud de la población infantil durante su regreso a clases.
De acuerdo con la doctora Leandra Abarca, coordinadora del Programa Ampliado de Inmunizaciones de la CCSS, el comienzo de la temporada escolar constituye una valiosa oportunidad para verificar el carnet de vacunación y la correcta aplicación de las dosis, toda vez que, los niños en esta etapa representan grupos prioritarios y de mayor susceptibilidad hacia diversas enfermedades, en virtud de que no suelen lavarse las manos con frecuencia, se llevan todo a la boca y comparten utensilios y objetos personales, por lo que es habitual que durante la convivencia en escuelas o guarderías, entren en contacto múltiple con niños y adultos lo que les incrementa el riesgo de desarrollar distintas patologías.
La especialista manifestó que el refuerzo de las dosis durante el ingreso escolar, controla la aparición de enfermedades tales como, el Sarampión, la Rubéola y la Parotiditis (Paperas) y ayudan en la prevención contra la Difteria y el Tétano. La aplicación de estas dosis está indicada para los niños de 7 y 10 años, respectivamente.
Aseguró que es muy importante que la aplicación de las vacunas se realice previo al inicio del periodo escolar, toda vez que las aulas constituyen espacios cerrados donde hay más posibilidad de que se produzcan brotes de ciertas enfermedades, de ahí la importancia de que los niños se encuentren protegidos.
Los menores que están en mayor riesgo de infectarse en escuelas o guarderías, son aquellos que sufren de alguna condición médica particular o tienen su sistema inmunológico comprometido.
Para comprobar que los niños posean las inmunizaciones actualizadas, se puede consultar el récord del Registro de Vacunaciones que se utiliza durante las citas de Control de Niño Sano, o bien, los documentos de médicos particulares, en los cuales se ingresan los registros de vacunación de todos los niños, desde su nacimiento.
Actualmente, nuestro país cuenta con uno de los calendarios de inmunización más completos, con un total de 8 vacunas gratuitas y disponibles en el Esquema Básico de Vacunación que protegen contra 12 distintas enfermedades inmunoprevenibles, entre ellas: Tuberculosis, Hepatitis, Neumonías, Meningitis, Sarampión, Rubéola, Paperas, Varicela, Polio, Difteria y Tétano.
La doctora Abarca aseguró que además de la responsabilidad de aplicar todas las vacunas a los niños para que puedan desarrollar todo su potencial, no se deben descuidar otros aspectos para lograr una etapa escolar saludable, entre ellos destacan:
Control de crecimiento: es aconsejable visitar al médico al menos una vez al año, aun cuando no se manifiesten problemas puntuales, para verificar que se estén desarrollando correctamente.
Salud visual: un control oftalmológico anual permitirá detectar posibles problemas visuales, que de no ser diagnosticados tempranamente pueden afectar su desempeño escolar y social.
Salud bucal: se recomienda llevar a los menores al odontólogo, al menos una vez al año y promover en ellos el hábito del cepillado de dientes diario para evitar caries y otras enfermedades.
Salud auditiva: si el niño o niña presenta dificultades en el lenguaje, no hace lo que se le indica, pregunta "¿qué?" con frecuencia y escucha la televisión a un volumen muy alto, es conveniente consultar con el especialista para que analice si existe algún problema auditivo.
Alimentación sana y actividad física: una nutrición variada y en cantidades adecuadas a su edad, con frutas y verduras incluidas, favorece el crecimiento y el rendimiento escolar. Asimismo, los niños necesitan movimiento y actividades para recrearse y desarrollar su cuerpo de forma saludable.
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