| Pénjamo de Florencia, San Carlos
Policías de noche y constructores de vivienda para adulto mayor de día
· Familia agradece solidaridad de policías y vecinos de San Carlos
· Oficiales de la Fuerza Pública alternan sus funciones policiales con las de constructores
· Obras empezaron el 26 de diciembre y ya está levantada la obra gris
De noche realizan controles de carreteras, decomisos de drogas y capturas de delincuentes, entre otros cumplimientos como cualquier otro policía, pero de día se convierten en constructores para hacerle realidad el sueño a un adulto mayor de tener su casa nueva.
El oficial Walter Guido, quien es el jefe del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Fuerza Pública de la Región Huetar Norte, indicó que todo inició cuando dos policías realizaron una inspección en una vivienda de la comunidad de Pénjamo de Florencia, cantón de San Carlos.
Ese día los oficiales visitaron a don José Cortés, de 93 años de edad, cuya vivienda, en la que habita desde hace unos 70 años, se encontraba en muy mal estado.
Así es como un grupo de oficiales de la Fuerza Pública de San Carlos, bajo el liderazgo de la comisionada Kattia Chavarría, directora de la Región Huetar Norte, asumió el reto de buscar ayuda entre la comunidad y los empresarios sancarleños.
Al darse cuenta del proyecto que estaba emprendiendo la Fuerza Pública, los vecinos, empresas e instituciones decidieron colaborar con materiales para levantar la casita de don José.
Su hijo, Luis Antonio Cortés, expresó su gratitud ante quienes se han unido en este proyecto: “Es algo excelente. No sabía que los policías hicieran esta clase de obras, pero en buena hora que le tocó a mi papá, pues realmente lo necesitaba. Agradecerle a la Fuerza Pública y a todas las instituciones que se unieron para hacer esta obra.”
Según explicó don Luis Antonio, la familia desde hacía tiempo quería hacerle una casita a don José, pero él rechazaba esta posibilidad, al indicarles que no iba a salir de su casa.
Solo bajo la promesa de una casa nueva aceptó abandonar vivienda de 110 años de construida
Su apego por la casa en la que vio nacer y crecer a sus hijos, hace unas siete décadas, ha sido tal que don José se rehusaba a salir de ella, pues les dijo a sus familiares que él quería seguir viviendo en el inmueble hasta que este se cayera.
Y no es para menos, ya que ese ha sido su hogar desde que, muy joven, emigró desde El Cacao de Alajuela para fundar una familia y labrar la tierra como todos los pioneros de estas tierras sancarleñas.
De tal modo que la misión de persuadirlo de salir no fue nada fácil y fueron los policías quienes finalmente lo convencieron, pero solo después de hacerle la promesa de que su traslado a la casa de su hijo Luis Antonio, quien vive al frente, sería algo temporal, pues pronto lo iban a regresar a lo que ha sido y sigue siendo su tierra, pero a una nueva casa.
Confiado en que esa era una promesa hecha por los policías, don José, de la mano de la comisionada Kattia Chavarría, finalmente aceptó pasarse a vivir de manera transitoria a la casa de su hijo.
Constructores de día sin dejar labor policial en la noche
Así que, apenas lograron reubicar a don José, inmediatamente los miembros de la Fuerza Pública consiguieron maquinaria para demoler lo que quedaba de esta antigua casa, la cual tenía aproximadamente 110 años de construida.
Todos los días, llueva o haga sol, desde el pasado 26 de diciembre los policías aprovechan cada minuto para avanzar, todo lo que se pueda, en construirle una vivienda digna a un miembro fundador de esta laboriosa comunidad de Pénjamo de Florencia.
Esta labor la realizan sin dejar de cumplir con sus deberes como autoridades policiales, pues cada noche toman sus patrullas y motocicletas para recorrer los cantones del norte del país en aras de brindarle seguridad a la ciudadanía.
“Estoy deseando pasarme”
Para dicha de don José, ya la obra gris está levantada y es probable que en las próximas semanas estrene su casita, tal como es el deseo que constantemente les expresa a los uniformados cuando pasan a saludarlo y a contarle sobre los avances del proyecto.
Cada mañana al levantarse, él puede ver los avances de la obra, lo cual lo pone muy contento y, al ser preguntado acerca de su nueva casa, don José indicó: “Yo ya estoy deseando pasarme.”
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