| Niños con baja visión recuperan hasta un 100% su agudeza visual
· Hospital de Niños incorpora una clínica de Baja Visión como parte de su oferta de servicios.
· Mejora de visión, se logra por medio de binoculares, lupas, adecuaciones curriculares, cambios de ubicación en las aulas…
Desde cambios en los colores de la vajilla para que la población infantil con baja visión pueda ver los alimentos, hasta ubicarlos en una posición estratégica en el aula, son algunas de las técnicas usadas por especialistas del Hospital Nacional de Niños (HNN), para que los infantes con esta dificultad mejoren considerablemente, su agudeza visual.
De esta manera, según explicó Edna Arias Porras, optómetra de ese centro médico, todo esto se logra con el advenimiento de la clínica de Baja Visión que incorporó recientemente, el servicio de Oftalmología del Hospital Nacional de Niños como parte de su oferta de servicios.
Según la especialista, este trabajo forma parte del apoyo técnico y financiero recibido por Orbis (Organización No Gubernamental internacional) que le ha permitido al HNN poner en funcionamiento esta clínica que es de gran importancia para los niños que tienen este problema visual. Se dice que un menor tiene baja visión cuando posee una agudeza visual de 20/60, en el mejor de los ojos, luego de haber tenido una cirugía, un tratamiento óptico o medicación.
Arias comentó que es el primer hospital en Costa Rica en contar con una clínica de Baja Visión y que hasta el momento, los resultados son satisfactorios puesto que han logrado que los pequeños mejoren su agudeza visual hasta en un 100%.
Para lograr este objetivo, los niños acuden a cuatro sesiones de una hora y en ese periodo, se les entrena tanto a ellos como a sus padres para que usen diversos apoyos que les permita mejorar su agudeza visual.
Arias se arma de lupas, binoculares, telescopios y además, si el niño está en la etapa escolar, solicita adecuaciones curriculares diversas tales como: la solicitud de ampliar el tamaño de la letra, la distancia y la ubicación correcta en el aula y el uso de pupitres elevados.
Por ejemplo, dijo, que si un niño tiene visión únicamente en el ojo derecho, se le pide a la maestra que lo ubique al lado izquierdo del aula para que el ojo derecho cubra todo el salón y viceversa.
Afortunadamente, se cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación Pública (MEP), que costea los atriles, las lupas y otras ayudas a los escolares referidos por la Clínica de Baja Visión del HNN. Por ejemplo, un niño pasó a tener una agudeza visual del 90% con un telescopio y hay otros que logran ver más que aquellos a quienes no se les ha diagnosticado ningún problema.
La funcionaria relató que en ocasiones, con solo sentar a los niños a una distancia que no exceda los 2,5 metros del pizarrón, se logran resultados increíbles y en este sentido, señaló, que parte de su trabajo, se basa en efectuar cálculos matemáticos que le permitan al menor mejorar con apoyos y adecuaciones la agudeza visual.
La optómetra, adicionalmente les hace a los pacientes un entrenamiento de oído y tacto con la finalidad de que esos sentidos sean la vía de aprendizaje del menor.
De acuerdo con Arias Porras, una de las metas de la clínica es mejorar la calidad de vida de la población infantil, de manera que ellos puedan tener una vida independiente. La especialista asegura que ese objetivo lo ha logrado y que hasta el momento han pasado por allí cerca de 120 menores.
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