| CCSS pide precaución durante el ayuno en Semana Santa
• Práctica debe cumplirse con medida y control en pacientes con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, niños y adultos mayores para evitar riesgos en la salud y descompensaciones metabólicas.
Especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pidieron a la población adoptar una serie de recomendaciones para cumplir con el ayuno y la abstinencia tradicionales, durante la Semana Santa, de una forma segura y saludable y advirtieron sobre los serios riesgos que esta práctica podría generar en la salud si se realiza sin el conocimiento debido.
De acuerdo con la doctora Sonia Chaverri, médico del área de salud Oreamuno, desde el punto de vista nutricional esta práctica asociada a motivos religiosos, al igual que la alimentación regular, debe cumplir con una serie medidas y control adecuados, con el objetivo de impedir la aparición de problemas digestivos, debilidad, hipoglucemia, mareos y hasta desmayos.
Manifestó que la conveniencia de optar por el ayuno durante estos días, debe ser una decisión individualizada y consultada con el médico en el caso de personas con alguna enfermedad crónica, tales como: diabetes e hipotensión, así como mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, menores de edad o en periodo de crecimiento y adultos mayores de 60 años, en virtud de su vulnerabilidad y el incremento en los riesgos de deshidratación y desórdenes metabólicos que podrían presentar.
Quienes cuenten con la autorización médica para realizarlo, aseguró, deben adoptar recomendaciones nutricionales adecuadas, ser respetuosos con el horario de la toma de su tratamiento farmacológico y portar consigo sus medicamentos con una adecuada conservación, en caso de que surja alguna complicación y de esta manera, disminuir el riesgo de descompensaciones.
Cuándo conviene parar
La especialista explicó que cuando el ayuno es parcial, es decir cuando se consumen sólo líquidos, es posible que la persona reciba cierta cantidad de calorías provenientes de azúcares presentes en lo que se bebe, por lo que es poco probable que aparezcan algunos síntomas.
Sin embargo, advirtió que conviene interrumpir el ayuno cuando aparezca alguna sensación de debilidad de cualquier grado, confusión, inquietud, desmayos e indicios de hipoglucemia, como sudoración profusa, temblor, taquicardia y fatiga, entre otros.
Otra de las principales recomendaciones consiste en evitar la práctica de actividad física en exceso, además de ingerir líquidos en abundancia para prevenir la deshidratación.
Por su parte la doctora Maricruz Ramírez Dileoni, nutricionista del área Promoción de la Salud de la CCSS, manifestó que para que la privación de alimentos “nutra el espíritu” y de paso beneficie al cuerpo conviene tomar en cuenta que el ayuno no consiste únicamente en dejar de comer y beber, sino que está también relacionado con la suspensión voluntaria de la ingesta de alimentos sólidos y en su lugar, el consumo de líquidos tales como jugos de frutas.
Según la especialista, para llevar una alimentación saludable durante estos días, es importante recordar que el alimento es la “gasolina” del organismo, por lo tanto, resulta necesario ingerir alimentos a lo largo del día, con el propósito de obtener energía y poder realizar las actividades cotidianas sin sentir agotamiento.
Aseguró que, si durante el periodo de ayuno se opta únicamente por el consumo de líquidos, es importante elegir los batidos de frutas o vegetales, o bien, combinarlos sin colarlos, esto permitirá que la fibra que contienen genere sensación de saciedad y mantenga los niveles constantes de glucosa en sangre.
Recomendó, también, evitar la ingesta de bebidas tales como el café, las energéticas y las alcohólicas, por ser deshidratantes y no contribuir al bienestar durante el periodo de ayuno.
Entre tanto, si la elección se enfoca en realizar una sola comida al día, se debe incluir alimentos que contengan carbohidratos presentes en cereales, granos, galletas, tortilla, verduras harinosas; así como queso, yogurt, leche, soya, leguminosas fuente de proteínas y grasas esenciales que se obtienen de aceites vegetales, aguacate, aceitunas, semillas y nueces.
La nutricionista recomendó seleccionar de preferencia los carbohidratos integrales, en virtud de la mayor sensación de saciedad que aportan, así como colocar en la mitad del plato una cantidad suficiente de vegetales en diferentes preparaciones, tales como ensaladas, picadillos, escabeche.
De la misma manera, si el consumo de pescado y mariscos se incrementa en los platillos del menú de la Semana Mayor, conviene elegir presentaciones “blancas” como el róbalo, el bacalao, el lenguado, la merluza, la tilapia y la corvina por su bajo contenido en grasa, mientras que los pescados “azules” tales como el salmón, el atún, el arenque, la sardina, la anchoa y la anguila poseen un mayor contenido de grasa insaturada.
De esta manera, si se busca reducir el consumo de colesterol, mariscos como la almeja, el mejillón, la vieira y la ostra constituyen la mejor opción, toda vez que presentaciones como el camarón, el langostino, la langosta, el cangrejo, el calamar y el pulpo contienen mayor cantidad de colesterol.
Para la especialista, la prolongación del ayuno debe ser moderada y siempre bajo supervisión médica, toda vez que se estaría sometiendo al organismo a niveles altos de abstinencia y debilidad, poniendo al límite sus capacidades.
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